Desde que tus ojitos de miel se cruzaron con los míos, todo mi mundo cambió. Me encontré en un instante donde todo lo que había sentido antes se desvaneció, dejando solo un profundo amor por ti. Tus ojos, tan dulces, tan perfectos, se convirtieron en el reflejo de mi alma. Nunca creí que el amor pudiera ser tan profundo, pero ahora sé que el mío por ti no tiene fin, mi luna de miel.
Mi amor, cada día me doy cuenta de lo afortunado que soy por tenerte a ti, mi luna de miel. Todo lo que soy y lo que quiero ser, lo construyo junto a ti. Mi corazón late solo para ti y mi alma te busca a cada instante. Tú eres la razón por la que mis sueños se vuelven realidad. Te amo profundamente, más de lo que las palabras pueden expresar. Desde el primer día, mi vida cobró un significado nuevo y más hermoso. No importa el tiempo ni la distancia, porque en cada paso que doy, eres tú quien ilumina mi camino. Te prometo que siempre estaré a tu lado, en las buenas y en las malas, y que mi amor por ti jamás tendrá fin.
Sigo creyendo que el amor verdadero existe, porque te encontré a ti. Te adoro con todo mi ser y no puedo esperar para seguir compartiendo cada momento a tu lado. Mi vida contigo es lo que siempre soñé, y cada día a tu lado se convierte en una bendición. Gracias por ser mi luna de miel, mi todo. Soy un hombre que sostiene una linda flor, y esa flor eres tú, mi amor, mi vida, mi sol.
De Lenin para mi luna de miel, Florencia. Te amo más de lo que las palabras pueden decir, y siempre lo haré.
